Esta mañana en la emisora Punto Radio (106.9 FM) el popular periodista Garcia Martínez en su programa "La entrevista impertinente" ha tenido como invitado a Manuel Hurtado, anterior alcalde de Ceutí, en lo que es una de las primeras apariciones públicas del mismo tras su derrota electoral en las pasadas elecciones.
Reproducimos aquí en El Alboroque Digital parte de esa entrevista:
-Pues sí. Eso es una suerte.
[Volviendo al asunto, se trata sin duda de un señor XXL]-¿Cuántos años dice que lleva como alcalde?
-¿Buf! Toda una vida, que decía la canción. Veintiocho años.
-Si va a cumplir en seguida cincuenta y siete, ¿cuántos años no ha sido alcalde?-[No puede evitar reírse]
Bueno. Digamos fifty-fifty.
-¿Y eso no cansa? ¿O es que se le acaba cogiendo el tranquillo?
-Lo mío con Ceutí se había convertido en un compromiso ético...
[Hurtado tiene muy buen discurso. Costumbre no le falta. García piensa que, si lo deja suelto, despacha con una sola respuesta toda la entrevista. ¿Y tampoco es eso, joder!]
-Dígame. De pequeño, ¿era ya tan grande como ahora?-[No le extraña la pregunta]
De pequeño me iba haciendo grande a lo alto. Pero llegó un momento en que empecé a aumentar a lo ancho.
-Vamos a lo importante. ¿Quién le corta las uñas de los pies?
-Unas veces me corto yo mismo las que puedo. Y también mi mujer.
-Mire. Con lo grande que es, no me creo que se las haya cortado nunca.
[El periodista le explica que él mismo, que no es tan grande, pero tiene algo de barriga, no puede cortárselas ]
-Si le pones fe, al final lo consigues.
-Tómese un chupito, hombre.
-Es que llevo esta semana con cierto régimen... El "jumilla" no puede hacer daño en ningún caso. -Digo que mucho Ceutimagina, pero usted no se imaginaba lo que le iba a pasar.
-No. En modo alguno. Para mí fue inesperado y sorpresivo. Pero las decisiones del pueblo son las decisiones del pueblo. Aunque siempre estaré agradecido...
-No se lo voy a permitir, ¿eh? ¿Cómo se quedó cuando vio que no repetía: pasmao, tieso o cabreao?
-Lo que vimos aquella noche es que eran seis, seis y uno. Podía haber incluso posibilidad de acuerdo...
-¿Y dale Perico al torno! ¿Quiere responder a lo que le pregunto?-[No se enfada]
-[No se enfada] De las tres cosas que ha dicho, creo que de todo un poco.
-¿Y no ha pensado si hizo algo mal?
-A lo mejor es que, en estos cuatro años, he trabajado más de la cuenta. No lo sé. La gente se harta hasta de vivir bien. Puede que haya habido un exceso de confianza por mi parte.
-Supongo que le queda la tranquilidad de ser un Hurtado que no ha hurtado...
-Esa tranquilidad la tengo total y absolutamente. Y creo que la tiene también toda la gente del municipio. Lo que he hecho es volcar toda mi vida en la alcaldía.
-Su mujer es técnico de laboratorio. ¿Qué análisis hace ella de lo que le ha pasado?-[Ahora se parte de risa]
Ella ha querido verlo en positivo. Y ha hecho muy bien. Nos vemos más que nunca.
-¿Pero se ven hasta el punto de tener otro chiquillo?-[Resignado]
Me parece que no estamos en edad.
-¿Lo saludan por la calle los mismos que lo saludaban antes?
-No he notado gran diferencia. Más aún: cuando voy por Murcia, gente que me decía adiós, se para a hablar conmigo...
-Digo en Ceutí.
-Más o menos, lo mismo. Hay mucha gente en el pueblo que me quiere a rabiar.
-Usted toma leche en el desayuno. Pero me interesa mucho saber si es natural o condensada. -[Tampoco esta pregunta le choca]
La leche normalmente es natural, sí.
-Vuelve a Hacienda, ¿no?
-He vuelto a Hacienda. Y he pedido una comisión de servicio para irme al ministerio de Medio Ambiente. A mí me quedan fuerzas, ganas e ilusión.
-¿Nació usted con el bigote puesto?-
Pues creo que no. Pero me lo puse en seguida. Sólo me lo quité durante un verano.
-¿Qué PSOE murciano le gusta más? ¿El de ahora o el de Hernández Ros?[Otra vez se le escapa a García con el enrolle]
-Hombre. Las circunstancias son distintas y las comparaciones odiosas.
-¿Le habría gustado ser presidente de la Comunidad?
-Hubo un momento, honestamente, en que se estuvo planteando. Y por entonces me pareció un asunto bastante atractivo. Ahora no me veo. Eso ya pasó.
-Usted se sabe la letra de casi todas las canciones de los setenta.
-Hombre, todos los de mi época sabemos letras de Los Brincos, de los Sirex... Lo de la escoba...
-A ver: dígame una.
-Pues esa misma: "Si yo tuviera una escoba, si yo tuviera una escoba..." [Con eso le basta a García]
-¿Usted ha pisado a alguna moza bailando?
-[Lo piensa un poco] Supongo que sí.
-¿Y ha salido ya la chica del hospital?-
Tiempo ha tenido, pero yo entonces pesaba menos.
-¿Lo pasó mal cuando le operaron de fimosis
-[Se lo toma a risa] No recuerdo. Supongo que lo pasaría mal como en cualquier operación.
-Si Collado volviera -que no querrá-, ¿le gustaría formar parte de su Gobierno?
-Se fue muy injusto con él. Y no desde fuera de la casa, sino desde dentro. Collado, en aquel tiempo, me ofreció ser vicepresidente, aunque no es de dominio público.
-¿Y si gobierna Saura y le llama?
-Si me llama, trataré de ponerme a su disposición. Pero hay que dejar paso a la gente joven.
-¿Usted es lo que se dice un güevón?
-Pues no sabría decirle. Güevón, güevón del to, creo que no. Soy tranquilo, pero al mismo tiempo no soy demasiado güevón.
-Una cosa que esté bien, ¿no?
[A la hora que es ya, García se iría con él. Pero, claro, si no toma vino, ni come queso, ni como dice está en edad de echar un canigüete, ya me explicará usted el plan]
Tras esto llegó el momento de descubrir el nuevo autobús que la firma 
